Durante este primer trimestre aprenderemos acerca de las frutas y frutos que nos trae el otoño con el proyecto "La Cesta Viajera".
Cada semana vamos a ir trabajando diferentes frutas y frutos típicos del otoño, que traerán los alumnos de la clase. Para ello, enviamos a las familias una carta en la que aparecen todos los niños y niñas de clase y las frutas que deben aportar en la fecha solicitada.
Ahí van:
13
- octubre Uvas y pasas Raquel,
Mayte y Patri
19
- octubre: Manzanas (varios tipos) Valeria
y Mauro
26
- octubre Aceitunas Alejandro
e Irene
3 – noviembre Mandarinas y Naranjas Ana
y Jia Wei
10
– noviembre: Chirimoyas Nicolás
y Lucía
16
– noviembre: Nueces y Almendras (con cáscara) Pablo,
Hugo y César
23
– noviembre: Membrillo y Dulce de membrillo Sergio
y Yanira
30
– noviembre: Granadas
Ariadne y Álvaro
9 – diciembre: Peras Dilan
y Alejandra
14 - diciembre: Castañas Kevin y Ashley
Los responsables de cada semana presentarán a los demás compañeros la fruta o fruto que hayan traído.
¿Y cómo lo hacemos?
Se reparte una unidad o una parte a cada peque y empezamos a examinarlo sentido a sentido:
LA VISTA: observamos el color, si es único o cambia, los tonos, su forma, detalles de la superficie, tamaño...
EL TACTO: liso o rugoso, frío, caliente o templado, tacto fino o áspero, irregularidades en la superficie, tamaño relativo con las manos, duro o blando, seco y húmedo...
EL OÍDO: Lo agitamos para ver si hace ruiditos, le damos golpes con la mano, con otro alimento igual, con los dientes, con la mesa... y atendemos a los diferentes sonidos que salen.
EL OLFATO: Olemos la superficie por diferentes partes y pensamos en lo que nos sugiere. Algunos alimentos no huelen apenas y otros necesitan que se les rasque un poco la superficie.
Abrimos los alimentos o los partimos por la mitad, o los pelamos... según el caso y ahora hacemos un análisis rápido de todos los sentidos ahora que está abierto: colores, forma, olores, tacto, humedad...
EL GUSTO; Ahora ya estamos preparados para probar el alimento y así lo hacemos y ¡Ummm!
Todo está mucho más rico cuando le has dedicado tanto tiempo a observarlo. Definimos el sabor: dulce, amargo, salado y ácido. También notamos si está húmedo, si cruje y finalmente si nos gusta o no.
EL OÍDO: Lo agitamos para ver si hace ruiditos, le damos golpes con la mano, con otro alimento igual, con los dientes, con la mesa... y atendemos a los diferentes sonidos que salen.
EL OLFATO: Olemos la superficie por diferentes partes y pensamos en lo que nos sugiere. Algunos alimentos no huelen apenas y otros necesitan que se les rasque un poco la superficie.
Abrimos los alimentos o los partimos por la mitad, o los pelamos... según el caso y ahora hacemos un análisis rápido de todos los sentidos ahora que está abierto: colores, forma, olores, tacto, humedad...
EL GUSTO; Ahora ya estamos preparados para probar el alimento y así lo hacemos y ¡Ummm!
Todo está mucho más rico cuando le has dedicado tanto tiempo a observarlo. Definimos el sabor: dulce, amargo, salado y ácido. También notamos si está húmedo, si cruje y finalmente si nos gusta o no.
En diferentes momentos de la semana, realizamos diversas actividades relacionadas con la fruta o fruto que estemos trabajando en ese momento.
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